Mi nombre es Almudena -muchos me conocen-, porque además de afectada por la
intervención de Afinsa y socia de esta Asociación, conocida coloquialmente como
AAA, soy colaboradora de la misma desde el minuto uno y participé junto con
otros compañeros en la constitución de la misma.
Mi marido y
yo teníamos poco capital en Afinsa, pero
mis padres tenían más y es por ellos y por mi dignidad (que nunca hay que
perderla) que seguimos aquí desde el principio y llegaremos hasta el final
cueste lo que cueste y dure lo que dure.
Mi vida
cambió el fatídico 9 de mayo de 2006, me truncaron muchas ilusiones y
las lágrimas que he derramado y los malos momentos pasados jamás se los
voy a perdonar y mucho menos olvidar. Sigo teniendo fuerzas
(ahora me atrevería a decir que más) para seguir luchando y no
me voy a rendir, junto a otros compañeros que también dedican su tiempo de
forma voluntaria y desinteresada. Este esfuerzo de todos los que colaboramos en
la Asociación tiene un objetivo: la recuperación del 100 % de nuestro
dinero que con mucha fé y justicia, estoy segura que vamos a
conseguir, al menos ese es mi convencimiento. No solos, con vuestra ayuda,
la de todos los asociados, porque sin vosotros esta Asociación no tendría
ningún sentido.
Al principio tenía mis dudas de lo que había
sucedido y de quiénes podrían ser los responsables de esta dura y macabra intervención.
Con el paso del tiempo (casi 10 años ya) y gracias a muchos compañeros de esta
increíble Asociación, en especial a uno (que él ya sabe quién es), me he ido
dando cuenta de la verdad, de que no ha sido una intervención como nos están
haciendo creer, sino un verdadero “atropello” al 100 %. Poco a poco van
saliendo noticias en este sentido, que se hacen eco de nuestro problema y
que gracias a Dios, y le pese a quien le pese, son la auténtica
verdad, de la que nos han privado durante todo este tiempo.
He asistido y seguiré haciéndolo a
varias sesiones del juicio oral de Afinsa y bajo mi criterio y mis cortos
conocimientos, puedo asegurar que ha sido un “pase de maestría”
ver como se defienden los antiguos administradores de Afinsa, dejando a los
fiscales a la altura del barro. Una valentía de pies a cabeza con dignidad,
educación y vergüenza como ellos solo saben hacerlo y quien mejor para
explicar y defender el funcionamiento de esta empresa que jamás se tenía que
haber visto en esta situación.
He tenido la satisfacción de poder hablar con
cada uno de ellos y puedo deciros que son gente sincera, amable, educada,
cercana, y un largo etcétera. Compañeros, creo (es mi opinión)
que son INOCENTES y diariamente se está viendo. Os animo a que
vayáis y lo comprobéis vosotros mismos, creerme, merece la pena. Se merecen
todo nuestro apoyo y hay que dárselo, que el tribunal nos vea ahí al pie
del cañón, que se den cuenta que los “tontos de los sellos” no somos tan
tontos. Para eso tiene que haber justicia en este país, y hasta hoy se
está demostrando que Afinsa era inocente a fecha 9 de mayo de 2006.
Creo que el final se está acercando y que al
final del túnel hay una pequeña luz verde: ESPERANZA. No
podemos rendirnos, no podemos tirar la toalla como mucha gente ha hecho. Es
inconcebible, es nuestro dinero, nuestra vida, hay que seguir saliendo a la
calle, hay que contar la verdad y que NO nos confundan, no nos
podemos quedar en casa (eso es lo que quieren) y no lo van a conseguir. Los que
nos han puesto en esta situación y han arruinado nuestras vidas son la
vergüenza personificada, no tienen escrúpulos, pero no van a conseguir su
propósito.
Después de
casi diez años de la intervención, estas son mis SENSACIONES y tal como las siento, las cuento.
Un abrazo
para todos. Y mucho
ánimo.
Almudena M-G.
PD: La Asociación no se
hace responsable de las opiniones escritas por los asociados/afectados