Tal y como marchan los acontecimientos y a pocas sesiones
para que finalice el que para nosotros ha sido el tan deseado juicio penal
contra los directivos de la filatélica, a día de hoy, me parece más importante
que nunca que seamos positivos en este proceso que tantos disgustos nos ha dado
y del que llevamos prisioneros cerca ya de 10 años.
El que escribe, siempre ha creído en la inocencia de los
imputados desde aquél fatídico día que la Administración del Estado, a través de
la fiscalía, ordenara a bombo y platillo la intervención de ambas filatélicas.
Creo sinceramente, que en aquellos años "gloriosos"
de euforia económica, algún juez y algún fiscal con ansias desmedidas de
notoriedad, se quisieron colgar la medalla al mérito profesional con estas
intervenciones. Creyendo que efectivamente no había negocio filatélico alguno,
que no había sellos y que todos los clientes de Afinsa, habíamos sido víctimas
de una ESTAFA monumental.
Así la llamaron (hoy sabemos que no hubo tal estafa) con grandes titulares en los más
importantes rotativos de este país, alzándose ellos, en nuestros grandes
defensores y protectores del orden público y de la legalidad, calando en la
sociedad española: "que la intervención la habían realizado para evitar más daño
a los clientes".
Después de todos estos años, ya sabemos de todas sus artimañas
jurídicas e invenciones para intentar justificar lo injustificable de aquella
intervención, en la que un Gobierno irresponsable, a través de los Poderes Públicos,
nos EXPOLIARON todos nuestros ahorros, y lo que es peor, llevándose con la intervención, todas nuestras
ilusiones... y en muchos casos, asegurando un futuro espantoso en nuestras vidas.
Quiero pensar que se equivocaron, que ha sido un inmenso
error judicial, que nunca debió de ocurrir lo que ocurrió aquél año, que el
daño no lo han causado gratuitamente, o sí, no lo sé... pero en cualquier caso un
servidor ni perdona ni olvida el daño causado, que ha sido mucho.
Este escrito, es la apreciación personal de lo que siempre he
creído: "Que los imputados son inocentes" y que finalmente se hará
justicia, porque la mentira puede
coger diferentes caminos para intentar retorcer la verdad, como así nos han
querido hacer creer hasta ahora, pero la VERDAD,
provista de una coraza infranqueable, solo recorre un camino, que es el
recto para llegar finalmente a un solo objetivo que es hacer JUSTICIA.
Sí, mis queridos amigos que leáis estas palabras, NO ME CABE LA MAS MINIMA DUDA, de que se
hará justicia y que finalmente los causantes de este despropósito quedarán con
sus vergüenzas al descubierto y pagarán por el daño causado.
Como decía Juan
Antonio Cano en una entrevista ya hace muchos años dirigiéndose a todos los
clientes de Afinsa: "Sursum corda", una expresión
que en latín quiere decir "arriba
los corazones".
Que tengáis un buen día.
Francisco M.M.
Asociado AAA
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