Cuando
el dramaturgo Reginald Rose escribió su obra, “doce hombres sin piedad” para televisión, seguro que no pensó en la repercusión que tendría después de
ser adaptada al cine y al teatro.
Doce hombres sin piedad --le sugerimos que la
vean-- en TVE y su programa Estudio 1 que se emitió el 16 de marzo de 1973,
representa, entre otras, la relatividad de los hechos probados y la
manipulación de la verdad, les va sonando ¿no es cierto?
¡Qué similitud --salvando el tiempo y las
circunstancias-- tiene esta obra de ficción con la realidad de la intervención
de Afinsa y más aún, con el juicio oral de Afinsa que actualmente se está
celebrando!
En primer lugar, cuando los doce jurados de la
obra entran en la sala de deliberaciones, parecen tener muy claro, por lo menos
once de ellos, que el reo es culpable, y el tiempo que prevén dedicar será poco
menos que “un suspiro” porque todo está muy claro.
En el juicio oral de Afinsa, la sensación previa al inicio de las vistas (sesiones) era parecida, aparentemente todo está muy
claro (mentira) y los fiscales, mejor dicho el Fiscal Luzón, tenía todo el campo
abonado para conseguir lo que durante más de nueve años lleva persiguiendo, la
culpabilidad de los ex administradores de Afinsa (lo intenta pero no lo
consigue).
En segundo lugar, en la obra de teatro, cuando
después del inicial cambio de impresiones entre los jurados, y así dar
sensación de cumplir la legalidad, deben tomar la decisión, la cual debe ser
tomada por unanimidad, se produce el hecho clave, lo importante, la votación
uno a uno de los jurados. Once de ellos emiten su veredicto: Culpable.
Uno de ellos emite su veredicto: No culpable.
Este último emite su voto, a pesar de la mayoría y
cuando las condiciones no son las más favorables. ¿Les sigue sonando,
verdad?
En su turno de palabra plantea la cuestión
principal: TENGO UNA DUDA RAZONABLE.
En las vistas del juicio oral de Afinsa y, a lo
largo de las mismas (las siete primeras), ha quedado meridianamente claro,
--según el sentir de los compañeros que allí han estado y que nos han
trasladado-- entre otras:
A.- El fiscal Luzón, ha visto como sus argumentos han
quedado cuestionados, han estado basados en gran medida en opiniones, más que
en argumentos jurídicos de peso. Los argumentos se están desmontando uno a uno.
(1ª duda razonable)
B.- Las diatribas del fiscal han quedado fuera de lugar.
(2ª duda razonable).
C.- Sus interrogatorios se han ido diluyendo en el
maremágnum, del empecinamiento, puntos de vista, inconcreciones, y así un largo
etc. (3ª duda razonable).
En definitiva, si esto es lo que tiene la
fiscalía, y creemos que no tiene más, somos razonablemente optimistas del
sentido que debe tener /tomar la resolución del procedimiento penal. No obstante prudencia,
porque la justicia en España es lo que es y esta como está.
Nosotros tenemos no sólo una duda razonable,
tenemos muchas dudas razonables que a continuación planteamos:
Primera.- ¿ Fue la intervención de Afinsa
una intervención político-financiera?
SI, con los datos y documentos que conocemos, no
tenemos ninguna duda.
Segunda.- ¿Se produjo para salvaguardar
los intereses, derechos y ahorros de los 190.022 clientes
(afectados/damnificados)?
NO, la intervención ha causado a los 190.022
clientes (afectados/damnificados) un daño irreparable.
Tercera.- ¿Las medidas cautelares
adoptadas en la fase de instrucción por el juzgado de instrucción nº. 1 fueron
proporcionada?
NO, las medidas adoptadas fueron brutales y
desproporcionadas.
Cuarta.- La legislación vigente en materia de entidades de
bienes tangibles y distintas sentencias contradictorias de diferentes órdenes
jurisdiccionales ¿ha afectado al principio de seguridad jurídica y al derecho a
la tutela judicial efectiva?
SI, han perjudicado a 190.022 clientes
(afectados/damnificados) por la intervención.
Estamos seguros que todavía existen más dudas
razonables y la inmensa mayoría de ustedes las conocen.
Los motivos que impulsaron dicha intervención y la
forma en que se realizó, han sido injustificados y desproporcionados. Llevando
directamente a Afinsa al cierre y liquidación.
Si en la obra doce hombres sin piedad la duda
razonable se traduce en la NO culpabilidad del reo. En la intervención de Afinsa,
todas las dudas más que razonables ¿en qué deben traducirse? Lo dejamos a su
buen juicio.
Nosotros no tenemos ninguna duda:
Nulidad del Procedimiento, responsabilidad del Estado y por tanto la absolución
de los ex administradores y recuperación para los afectados, de todos nuestros
ahorros.