miércoles, 9 de diciembre de 2015

TENGO UNA DUDA RAZONABLE

Cuando el dramaturgo Reginald Rose escribió su obra, “doce hombres sin piedad” para televisión, seguro que no pensó en la repercusión que tendría después de ser adaptada al cine y al teatro.

Doce hombres sin piedad --le sugerimos que la vean-- en TVE y su programa Estudio 1 que se emitió el 16 de marzo de 1973, representa, entre otras, la relatividad de los hechos probados y la manipulación de la verdad, les va sonando ¿no es cierto?
¡Qué similitud --salvando el tiempo y las circunstancias-- tiene esta obra de ficción con la realidad de la intervención de Afinsa y más aún, con el juicio oral de Afinsa que actualmente se está celebrando!


En primer lugar, cuando los doce jurados de la obra entran en la sala de deliberaciones, parecen tener muy claro, por lo menos once de ellos, que el reo es culpable, y el tiempo que prevén dedicar será poco menos que “un suspiro” porque todo está muy claro.
En el juicio oral de Afinsa, la sensación previa al inicio de las vistas (sesiones) era parecida, aparentemente todo está muy claro (mentira) y los fiscales, mejor dicho el Fiscal Luzón, tenía todo el campo abonado para conseguir lo que durante más de nueve años lleva persiguiendo, la culpabilidad de los ex administradores de Afinsa (lo intenta pero no lo consigue).

En segundo lugar, en la obra de teatro, cuando después del inicial cambio de impresiones entre los jurados, y así dar sensación de cumplir la legalidad, deben tomar la decisión, la cual debe ser tomada por unanimidad, se produce el hecho clave, lo importante, la votación uno a uno de los jurados. Once de ellos emiten su veredicto: Culpable. Uno de ellos emite su veredicto: No culpable.
Este último emite su voto, a pesar de la mayoría y cuando las condiciones no son las más favorables. ¿Les sigue sonando, verdad?
En su turno de palabra plantea la cuestión principal: TENGO UNA DUDA RAZONABLE.
En las vistas del juicio oral de Afinsa y, a lo largo de las mismas (las siete primeras), ha quedado meridianamente claro, --según el sentir de los compañeros que allí han estado y que nos han trasladado-- entre otras:
A.- El fiscal Luzón, ha visto como sus argumentos han quedado cuestionados, han estado basados en gran medida en opiniones, más que en argumentos jurídicos de peso. Los argumentos se están desmontando uno a uno. (1ª duda razonable)
B.- Las diatribas del fiscal han quedado fuera de lugar. (2ª duda razonable).
C.- Sus interrogatorios se han ido diluyendo en el maremágnum, del empecinamiento, puntos de vista, inconcreciones, y así un largo etc. (3ª duda razonable).

En definitiva, si esto es lo que tiene la fiscalía, y creemos que no tiene más, somos razonablemente optimistas del sentido que debe tener /tomar la resolución del procedimiento penal. No obstante prudencia, porque la justicia en España es lo que es y esta como está.

Nosotros tenemos no sólo una duda razonable, tenemos muchas dudas razonables que a continuación planteamos:
Primera.- ¿ Fue la intervención de Afinsa una intervención político-financiera?
SI, con los datos y documentos que conocemos, no tenemos ninguna duda.

Segunda.- ¿Se produjo para salvaguardar los intereses, derechos y ahorros de los 190.022 clientes (afectados/damnificados)?
NO, la intervención ha causado a los 190.022 clientes (afectados/damnificados) un daño irreparable.

Tercera.- ¿Las medidas cautelares adoptadas en la fase de instrucción por el juzgado de instrucción nº. 1 fueron proporcionada?
NO, las medidas adoptadas fueron brutales y desproporcionadas.

Cuarta.- La legislación vigente en materia de entidades de bienes tangibles y distintas sentencias contradictorias de diferentes órdenes jurisdiccionales ¿ha afectado al principio de seguridad jurídica y al derecho a la tutela judicial efectiva?
SI, han perjudicado a 190.022 clientes (afectados/damnificados) por la intervención.
Estamos seguros que todavía existen más dudas razonables y la inmensa mayoría de ustedes las conocen.

Los motivos que impulsaron dicha intervención y la forma en que se realizó, han sido injustificados y desproporcionados. Llevando directamente a Afinsa al cierre y liquidación.

Si en la obra doce hombres sin piedad la duda razonable se traduce en la NO culpabilidad del reo. En la intervención de Afinsa, todas las dudas más que razonables ¿en qué deben traducirse? Lo dejamos a su buen juicio.

Nosotros no tenemos ninguna duda: Nulidad del Procedimiento, responsabilidad del Estado y por tanto la absolución de los ex administradores y recuperación para los afectados, de todos nuestros ahorros.