Código judicial o
recetario del oficio de juzgar
(Primera Parte)
1º.- El juez debe ser
independiente por
encima de cualquier otra consideración y recordar que ha de ejercer sus
funciones emancipado de toda autoridad e influencia exterior.
La independencia judicial, subjetivamente considerada, es una
virtud.
Todo juez que quiera ser independiente ha de serlo hasta sus
íntimas convicciones. No invadirá el juez órbitas ajenas. Hacer política con la
justicia no es menester de jueces, ni tan siquiera de políticos, sino de
traficantes de la justicia. El juez cuando se siente político deviene en
déspota.
2º.- El juez no tiene
por qué carecer de ideología, pero cualquier profesión de fe a la causa de un partido es
una confesión de parcialidad.
En el mundo del Derecho, más que de sombras se habla de
apariencias y el juez debe evitar las sospechas de falta de
neutralidad.
Retorcer la ley para
cortar un traje que se ajuste a la ideología del juez se llama, suavemente,
burla al Derecho. Ojo, pues, a la soberbia del juez que afirma que la ley es lo
que él pronuncia, manda y firma.
Fuente: Diario El Mundo