Definiciones:
DESEO: Movimiento enérgico de la voluntad hacia el
conocimiento o posesión de una cosa.
PENSAMIENTO: Conjunto de ideas propias de una persona
o colectividad.
VOLUNTAD: Intención, ánimo o resolución de hacer algo.
ACCIÓN: Efecto de hacer. En derecho: modo legal de
ejercitar el mismo derecho pidiendo en justicia lo que es nuestro o se nos
debe.
¿Qué relación tienen las definiciones anteriores con
nuestro caso? A lo largo de esta entrada iremos viendo la correlación con la
intervención de Afinsa y sobretodo su repercusión en nosotros ¡los afectados!
El deseo, el pensamiento, la voluntad y la acción deben ir juntos. Sólo así se tendrá una fuerza de voluntad pura. El pensamiento implica cuestionar y razonar, lo cual es muy importante. Sin razonar no se puede pensar correctamente y el pensamiento se convierte en mero y ciego instinto.
Suwani Vishnudevananda
Los obstáculos socavan nuestra fuerza de voluntad,
seguir adelante significa que creemos en lo que estamos haciendo, y cuando uno
cree en lo que hace, al final obtiene la recompensa a dicha creencia. En
nuestro caso: la recuperación de
nuestros ahorros.
Para entendernos todo comienza con un DESEO, nuestros deseos van encaminados
siempre a la consecución del objetivo anterior;
En primer lugar, que se haga justicia con 190.092
afectados de la intervención.
En segundo lugar, que se reconozca el error,
negligencia y desproporción en el modo y forma de la intervención de Afinsa.
Y por último que se nos reconozcan nuestros derechos y
se nos devuelvan todos nuestros
ahorros.
Es importante que ese deseo o movimiento de la
voluntad lo concentremos en nuestro objetivo.
El PENSAMIENTO. Descubierto el deseo que a los afectados
de Afinsa nos mueve, el pensamiento debe ir en la dirección que nos hemos
marcado con anterioridad.
Los afectados, debemos defender nuestra posición,
expresada en nuestras ideas y nuestro relato (aunque sea el que no se quiere
oír). La defensa de nuestra posición implica creer en lo que hacemos, poner el
conocimiento de nuestros pensamientos al servicio de un relato y unos
argumentos capaces de generar en políticos, jueces, medios de comunicación y
sociedad en general, un cambio en el pensamiento y en el estado de ánimo que
permita entender el por qué de esta injusta intervención y la necesidad de
hacer justicia, no sólo con 190.092 afectados de Afinsa sino con 460.000
afectados entre Afinsa y Fórum.
La VOLUNTAD. Una vez tenemos claro el deseo y nuestro
pensamiento, lo siguiente es la intención de llevarlos a cabo o lo que de forma
coloquial sería “hacer algo”.
Los afectados, debemos concentrar toda nuestra
intención en llegar al objetivo que nos hemos propuesto, a pesar de las
adversidades que hemos sufrido a lo
largo de más de diez años. Nuestro ánimo no puede quebrarse con los contratiempos
porque hemos tenido muchos y nos hemos levantado.
Los afectados, debemos estar decididos a defender un
relato y unos argumentos que deben ir enfocados a la consecución de nuestro
objetivo: la recuperación de todos
nuestros ahorros, a pesar de que nos quieran hacer creer otra cosa
diferente a lo que realmente motivó la intervención.
Los listos suman los tontos restan.
La ACCIÓN. Nuestra voluntad debe ser férrea,
debemos mantenernos firmes y transmitir esperanza a todos aquellos afectados
que la han perdido.
Los afectados, debemos por tanto sumar y no restar. Cada vez y con más fuerza debemos exigir justicia
para todos nosotros y por tanto exigir la
recuperación de todos nuestros ahorros.
Es un derecho que tenemos y que vamos a ejercitar.
Tenemos razones y argumentos suficientes para intentar
llevar a buen término nuestra reclamación. Hemos visto como nuestros ahorros,
las esperanzas de futuro y los planes se difuminaban de la noche a la mañana
sin haber recibido una explicación lo suficientemente fundada del cómo y el por
qué, después de 10 años los afectados estamos esperando por parte de “los
actores de la intervención de Afinsa” una explicación justificada y una
solución. Solo hemos recibido silencio cuando no indiferencia.
La acción de los afectados de Afinsa, por tanto debe ir encaminada a la exigencia de nuestros derechos y a la recuperación de todos nuestros ahorros.