Parece
mentira, pero han transcurrido más de diez años desde el día 9 de mayo de 2006,
fecha en la que se intervino de forma brutal y desproporcionada Afinsa Bienes Tangibles.
Que decir a estas alturas que no
se haya dicho:
Ø
La forma
en la que se intervino.
Ø
El modo
en que se llevó a cabo la intervención.
Ø
La falta
de protección en la que nos vimos sumidos 190.022 clientes, cuyo único "delito" fue depositar nuestros ahorros en una
empresa mercantil, cuya actividad se ajustaba a la legalidad vigente, cumplía
con todas sus obligaciones y era recomendada, por organismos públicos, como
refugio seguro contra los vaivenes de los mercados y la especulación.
Ø
Cientos
de argumentos ya conocidos.
Creemos que
a estas alturas probablemente se haya dicho sino todo, prácticamente todo, y de todo sobre nuestro caso, ustedes ya lo saben. Lo cierto es, que a partir del citado día 9 de mayo de 2006, empezó para todos nosotros un sufrimiento y
sacrificio que difícilmente podremos olvidar.
Diez años
después y a pesar de que la mayoría de medios de comunicación, periodistas,
tertulianos, políticos, abogados, etc.,
etc. ya nos han juzgado, estamos convencidos, porque así lo muestran los hechos
y las evidencias que, los cargos de la
querella actualmente no se sostienen (es nuestra opinión, que coincide con la
de la inmensa mayoría de las víctimas de la intervención).
Sólo la
perseverancia y la determinación de algunos porque se esclarezca este caso, se
conozca la verdad y no caiga en el olvido, ha mantenido hasta ahora, viva la memoria de una gran injusticia
cometida contra 190.022 clientes de Afinsa.
El día 8 de
junio de 2016, concluyó en la Audiencia Nacional el juicio oral de Afinsa,
después de 49 sesiones y ocho meses desde su inicio, allá por el mes de
noviembre del año pasado. Atrás quedaron
los tres meses que inicialmente se establecieron por parte del tribunal,
para su resolución, circunstancia que llama la atención y da una pista de lo
complicado y difícil que será para el tribunal dictar sentencia.
No hacemos
hincapié en lo que a lo largo de estas sesiones se ha dicho y escrito acerca de
este juicio en las diferentes páginas web, nos remitimos −para los que quieran
recordar el desarrollo de las sesiones− a nuestra página web www.afectados de afinsa y a
las de los compañeros de ANVIFA, ASAFFO
Y Canal Afinsa para su consulta.
A
continuación, en uso de la libertad de
expresión que nos garantiza la Constitución Española, expresaremos la opinión que sobre la actuación del
Ministerio Fiscal y del Tribunal que juzgará el caso tenemos, con el debido
respeto, pero sin coacción ni mordaza
alguna.
El Ministerio Público: La Fiscalía
Anticorrupción
Cuando a
finales del mes de abril del año 2006, los fiscales Luzón y Pavía interpusieron
la querella contra los directivos de Afinsa, seguro que no pensaron en las
consecuencias que tendría no sólo para la
empresa sino para sus 190.022 clientes, sobre todo cuando más de
diez años después los hechos y las
evidencias demuestran, por más que Luzón no lo quiera reconocer, que
fue una intervención precipitada, sin
argumentos jurídicos suficientemente probados y lo que es peor, con una carga mediática que estigmatizó tanto
a empresa como a clientes.
El fiscal
Luzón que parece ser que también nos lee −es de agradecer− (como lo hace algún que otro abogado, algún representante
de asociación que luego intenta aprender y copiarnos, sin mucho éxito, la
verdad y además los miles de afectados tanto de Afinsa como de Fórum que
son a los que en definitiva va dirigida
nuestra información) sabe Luzón al leernos, que se entera de lo que NO quiere enterarse,
porque el Fiscal Luzón que no tiene un pelo de tonto, conoce desde el primer
momento todo lo que ha sucedido y todo
lo que se "ha cocido" a lo largo de estos diez años.
Su
comportamiento en las sesiones del
juicio, reflejó los diferentes estados de ánimo por los que ha pasado, porque
para Luzón aunque no quiera reconocerlo, este caso "es un marrón" en el que se metió y del que
ahora es imposible salir. Su comportamiento en algunas de las sesiones del
juicio ha dejado mucho que desear, sobre todo para un servidor público que es
al fin y al cabo lo que Luzón es, o eso debería ser.
El Fiscal
Luzón sabe desde el primer momento de la intervención de Afinsa que no ha
tenido nada, que debía buscar algo ¿verdad? Sabe además que sus acusaciones,
por más que las jaleen y aplaudan algunos abogados interesados y algunos medios
de comunicación serviles, están basadas
en "indicios endebles", con esto queda dicho todo ¿no es cierto?
Ahora es
tarde para echarse atrás. Durante estos diez años ha mantenido una posición,
que con el debido respeto, no hay quien la sostenga. Ahora su carrera está en
juego y por tanto es ya tarde para rectificar, tiempo ha tenido de hacerlo como también lo tuvo el juez instructor, Pedraz, aunque el trabajo
realizado por ambos a lo largo de estos años, haya causado un daño irreparable a
190.022 clientes de Afinsa y víctimas de
la intervención.
El Fiscal
Luzón debe saber que los afectados por la intervención de Afinsa, nos resistimos a considerarnos estafados; la
inmensa mayoría de nosotros, las víctimas de la intervención, consideramos que
quien nos ha estafado es el Estado, mejor dicho, los distintos organismos que de un modo u
otro participaron en la intervención. Usted por tanto ha sido partícipe de una
injusticia y como tal será el Estado quien en algún momento tendrá que responsabilizarse
de ello y así repararla, como ha hecho en otros casos similares.
No sabemos
si usted nos desprecia, nos odia o nos ignora, −una cosa sabemos− si tiene conciencia no podrá dormir
tranquilo, porque lleva a sus espaldas el sufrimiento, el dolor, las
privaciones y el sacrificio irreparable en algunos casos (suicidios) de 190.022
clientes de Afinsa. Esta causa le va a perseguir durante toda su vida, si
piensa por un momento en todas aquellas personas a las que nos ha arruinado la
vida con una querella infame.
Puede seguir
riéndose, la risa es en ocasiones el recurso de quien se siente débil y sin
ningún argumento o bien puede significar
el desprecio hacía las víctimas cuando de manera consciente se obra con maldad.
Solo usted lo sabe.
No
insistimos más en su actitud, a lo largo de las sesiones del juicio oral, ha
quedado retratado.
La parte
jurídica de sus intervenciones en el juicio, escuchada en primera persona, como
diría un buen estudiante está más que sabida. Sus conclusiones definitivas
expuestas el pasado día 31 de mayo no nos han sorprendido ¿qué iba hacer usted
después de diez años? Lógico, seguir en su papel de "justiciero implacable",
sus hechos, su actitud y su conducta le preceden.
Es nuestra
opinión, como diría cualquier jurista, sometida a otra mejor fundada.
Ah, por
último debemos decir que no nos vamos a cansar
y no nos vamos a rendir hasta que esta injusticia cometida y los daños
que hemos sufrido sean reparados.
El tribunal
Como ya
hemos dicho el juicio oral de Afinsa ha terminado en la Audiencia Nacional. Si,
este juicio que se ha celebrado después de casi diez años de instrucción, como lo leen,
diez años instruyendo un procedimiento por parte del juez Pedraz que teniendo
en cuenta como se produjo −la
intervención, la alarma social, el eco mediático, etc.− parecía que estaba tan
investigado y claro que en un par de
años iba a estar solucionado. Pues no, todo lo contrario.
Diez años
después la única conclusión que parece más razonable y lógica es que Afinsa no
debió ser intervenida. Sólo así se habrían salvaguardado los derechos y los
ahorros de los 190.022 clientes de la empresa y seguro que nos encontraríamos mejor que estamos ahora, sin duda alguna.
Como en este
País las cosas se empiezan por el final, primero se interviene, se cierra y se
liquida Afinsa y después se tardan más de diez años en juzgar a los
investigados. A esto se le llama justicia (con minúscula), pero en nuestro caso nadie dice nada. En otros casos similares pasan cuatro
años y se echan las manos a la cabeza por la tardanza en resolverlos, los propios jueces, los políticos y los medios
de comunicación, pero claro son otros casos. Además, lo de Afinsa, lo de los
sellos ha sido una estafa (ni presunción de inocencia ni nada) lo tienen tan
claro que ya lo han juzgado. Una vergüenza.
Es el País
que tenemos y la Justicia actual es uno de sus fieles reflejos, eso piensan la inmensa mayoría de ciudadanos.
Bien estaría
que el Tribunal que va a juzgar, comenzase esa pretendida regeneración judicial teniendo en cuenta de forma honesta, clara e inequívoca los
hechos y las evidencias probadas y no hacer caso a las opiniones, elucubraciones
y fundamentos jurídicos sin sentido de fiscales, abogados, políticos, medios de
comunicación, la opinión pública desinformada, y demás opinadores interesados y maliciosos. Los 190.022 clientes víctimas de
la intervención de Afinsa se lo agradeceríamos.
El Tribunal
debe saber y seguro que lo sabe que el modo y la forma en que se realizó la
intervención de Afinsa, no sólo no salvaguardó nuestros derechos y nuestros
ahorros más bien al contrario nos perjudicó. La intervención produjo un efecto
desastroso: El cierre y liquidación de Afinsa, a diferencia de las intervenciones
de las Cajas de Ahorro que se las rescató y salvó.
El tribunal
debe saber y seguro que lo sabe que tener que esperar diez años para juzgar una
causa es una barbaridad, no pueden
ampararse entre otras excusas en la falta de medios. Una Justicia que se dilata
en el tiempo deja de ser Justicia para convertirse en otra cosa.
El Tribunal
debe saber y seguro que lo sabe que la Justicia en España tiene que regenerarse
y qué mejor ocasión para que la Justicia sea de una vez por todas JUSTA.
El Tribunal
debe saber y seguro que lo sabe que la Justicia
tiene que ser independiente, la ideología no cabe en la Justicia y por
lo tanto debe ser desterrada por parte de los jueces que deben impartirla.
El Tribunal
debe saber y seguro que lo sabe que la Justicia tiene que ser imparcial, eso es
lo que debe considerar el Tribunal, no se debe dejar influenciar por los
juicios de valor a priori realizados de forma interesada cuando no torticera o
con claro perjuicio para alguna de las partes del juicio. El fin NO justifica los
medios.
El Tribunal
debe saber y seguro que lo sabe que 190.022 víctimas deseamos respetar a los
jueces que van a juzgar este caso, solo les pedimos que sean respetables e íntegros
en el fondo y en la forma. Queremos confiar en la Justicia y en quien la
imparte pero deben hacerse acreedores a esa confianza. Cuando se juzga a
sabiendas de lo injusto de su decisión la Justicia deja de ser Justicia.
El juicio
penal ha acabado en la Audiencia Nacional y como dijo Julio Cesar: ALEA JACTA EST, los dados están echados, o lo que se entiende de
forma coloquial: LA SUERTE ESTÁ ECHADA.