lunes, 13 de junio de 2016

ALEA JACTA EST "LA SUERTE ESTÁ ECHADA"

Parece mentira, pero han transcurrido más de diez años desde el día 9 de mayo de 2006, fecha en la que se intervino de forma brutal y desproporcionada  Afinsa Bienes Tangibles.

Que decir a estas alturas que no se haya dicho:

Ø    La forma en la que se intervino.

Ø    El modo en que se llevó a cabo la intervención.

Ø    La falta de protección en la que nos vimos sumidos 190.022 clientes, cuyo único "delito" fue  depositar nuestros ahorros en una empresa mercantil, cuya actividad se ajustaba a la legalidad vigente, cumplía con todas sus obligaciones y era recomendada, por organismos públicos, como refugio seguro contra los vaivenes de los mercados y la especulación.

Ø    Cientos de argumentos ya conocidos.

Creemos que a estas alturas probablemente se haya dicho sino todo, prácticamente todo,  y de todo sobre nuestro caso,  ustedes ya lo saben. Lo  cierto es,  que a partir del  citado día 9 de mayo de 2006,  empezó para todos nosotros un sufrimiento y sacrificio que difícilmente podremos olvidar.

Diez años después y a pesar de que la mayoría de medios de comunicación, periodistas, tertulianos, políticos, abogados,  etc., etc. ya nos han juzgado, estamos convencidos, porque así lo muestran los hechos y las evidencias que,  los cargos de la querella actualmente no se sostienen (es nuestra opinión, que coincide con la de la inmensa mayoría de las víctimas de la intervención).

Sólo la perseverancia y la determinación de algunos porque se esclarezca este caso, se conozca la verdad y no caiga en el olvido, ha mantenido hasta ahora,  viva la memoria de una gran injusticia cometida contra 190.022 clientes de Afinsa.

El día 8 de junio de 2016, concluyó en la Audiencia Nacional el juicio oral de Afinsa, después de 49 sesiones y ocho meses desde su inicio, allá por el mes de noviembre del año pasado. Atrás quedaron  los tres meses que inicialmente se establecieron por parte del tribunal, para su resolución, circunstancia que llama la atención y da una pista de lo complicado y difícil que será para el tribunal dictar sentencia.

No hacemos hincapié en lo que a lo largo de estas sesiones se ha dicho y escrito acerca de este juicio en las diferentes páginas web, nos remitimos −para los que quieran recordar el desarrollo de las sesiones− a nuestra página web www.afectados de afinsa  y a las de los compañeros de ANVIFA,  ASAFFO Y Canal Afinsa  para su consulta.

A continuación,  en uso de la libertad de expresión que nos garantiza la Constitución Española, expresaremos  la opinión que sobre la actuación del Ministerio Fiscal y del Tribunal que juzgará el caso tenemos, con el debido respeto,  pero sin coacción ni mordaza alguna.

El Ministerio Público: La Fiscalía Anticorrupción

Cuando a finales del mes de abril del año 2006, los fiscales Luzón y Pavía interpusieron la querella contra los directivos de Afinsa, seguro que no pensaron en las consecuencias que tendría no sólo para  la empresa  sino para sus  190.022 clientes, sobre todo cuando más de diez años después  los hechos y las evidencias demuestran, por más que Luzón no lo quiera reconocer,   que  fue una intervención precipitada, sin  argumentos jurídicos suficientemente probados y lo que es peor,  con una carga mediática que estigmatizó tanto a empresa como a clientes.

El fiscal Luzón que parece ser que también nos lee −es de agradecer− (como lo hace  algún que otro abogado, algún representante de asociación que luego intenta aprender y copiarnos, sin mucho éxito, la verdad y además los miles de afectados tanto de Afinsa como de Fórum que son  a los que en definitiva va dirigida nuestra información) sabe Luzón al leernos,  que se entera de lo que NO quiere enterarse, porque el Fiscal Luzón que no tiene un pelo de tonto, conoce desde el primer momento  todo lo que ha sucedido y todo lo que se "ha cocido" a lo largo de estos diez años.

Su comportamiento  en las sesiones del juicio, reflejó los diferentes estados de ánimo por los que ha pasado, porque para Luzón aunque no quiera reconocerlo, este caso  "es un marrón" en el que se metió y del que ahora es imposible salir. Su comportamiento en algunas de las sesiones del juicio ha dejado mucho que desear, sobre todo para un servidor público que es al fin y al cabo lo que Luzón es, o eso debería ser.

El Fiscal Luzón sabe desde el primer momento de la intervención de Afinsa que no ha tenido nada, que debía buscar algo ¿verdad? Sabe además que sus acusaciones, por más que las jaleen y aplaudan algunos abogados interesados y algunos medios de comunicación  serviles, están basadas en "indicios endebles", con esto queda dicho todo ¿no es cierto?

Ahora es tarde para echarse atrás. Durante estos diez años ha mantenido una posición, que con el debido respeto, no hay quien la sostenga. Ahora su carrera está en juego y por tanto es ya tarde para rectificar, tiempo ha tenido de hacerlo   como también lo tuvo  el juez instructor, Pedraz, aunque el trabajo realizado por ambos a lo largo de estos años, haya causado un daño irreparable a 190.022 clientes de Afinsa  y víctimas de la intervención.

El Fiscal Luzón debe saber que los afectados por la intervención de Afinsa,  nos resistimos a considerarnos estafados; la inmensa mayoría de nosotros, las víctimas de la intervención, consideramos que quien nos ha estafado es el Estado, mejor dicho,  los distintos organismos que de un modo u otro participaron en la intervención. Usted por tanto ha sido partícipe de una injusticia y como tal será el Estado quien en algún momento tendrá que responsabilizarse de ello y así repararla, como ha hecho en otros casos similares.

No sabemos si usted nos desprecia, nos odia o nos ignora, una cosa  sabemos si tiene conciencia no podrá dormir tranquilo, porque lleva a sus espaldas el sufrimiento, el dolor, las privaciones y el sacrificio irreparable en algunos casos (suicidios) de 190.022 clientes de Afinsa. Esta causa le va a perseguir durante toda su vida, si piensa por un momento en todas aquellas personas a las que nos ha arruinado la vida con una querella infame.

Puede seguir riéndose, la risa es en ocasiones el recurso de quien se siente débil y sin ningún argumento  o bien puede significar el desprecio hacía las víctimas cuando de manera consciente se obra con maldad. Solo usted lo sabe.

No insistimos más en su actitud, a lo largo de las sesiones del juicio oral, ha quedado retratado.

La parte jurídica de sus intervenciones en el juicio, escuchada en primera persona, como diría un buen estudiante está más que sabida. Sus conclusiones definitivas expuestas el pasado día 31 de mayo no nos han sorprendido ¿qué iba hacer usted después de diez años? Lógico, seguir en su papel de "justiciero implacable", sus hechos, su actitud y su conducta le preceden.

Es nuestra opinión, como diría cualquier jurista, sometida a otra mejor fundada.

Ah, por último debemos decir que no nos vamos a cansar  y no nos vamos a rendir hasta que esta injusticia cometida y los daños que hemos sufrido sean reparados.



El tribunal

Como ya hemos dicho el juicio oral de Afinsa ha terminado en la Audiencia Nacional. Si, este juicio que se ha celebrado después de casi diez años de instrucción,  como lo leen,  diez años instruyendo un procedimiento por parte del juez Pedraz que teniendo en cuenta  como se produjo −la intervención, la alarma social, el eco mediático, etc.− parecía que estaba tan investigado y claro que en  un par de años iba a estar solucionado. Pues no, todo lo contrario.

Diez años después la única conclusión que parece más razonable y lógica es que Afinsa no debió ser intervenida. Sólo así se habrían salvaguardado los derechos y los ahorros de los 190.022 clientes de la empresa y seguro que nos encontraríamos  mejor que estamos ahora, sin duda alguna.



Como en este País las cosas se empiezan por el final, primero se interviene, se cierra y se liquida Afinsa y después se tardan más de diez años en juzgar a los investigados. A esto se le llama justicia (con minúscula), pero  en nuestro caso nadie dice  nada. En otros casos similares pasan cuatro años y se echan las manos a la cabeza por la tardanza en resolverlos,  los propios jueces, los políticos y los medios de comunicación, pero claro son otros casos. Además, lo de Afinsa, lo de los sellos ha sido una estafa (ni presunción de inocencia ni nada) lo tienen tan claro que ya lo han juzgado. Una vergüenza.

Es el País que tenemos y la Justicia actual es uno de sus fieles reflejos, eso piensan  la inmensa mayoría de ciudadanos.

Bien estaría que el Tribunal que va a juzgar, comenzase esa pretendida  regeneración judicial teniendo en cuenta  de forma honesta, clara e inequívoca los hechos y las evidencias probadas y no hacer caso a las opiniones, elucubraciones y fundamentos jurídicos sin sentido de fiscales, abogados, políticos, medios de comunicación, la opinión pública desinformada, y demás opinadores  interesados  y maliciosos. Los 190.022 clientes víctimas de la intervención de Afinsa se lo agradeceríamos.

El Tribunal debe saber y seguro que lo sabe que el modo y la forma en que se realizó la intervención de Afinsa, no sólo no salvaguardó nuestros derechos y nuestros ahorros más bien al contrario nos perjudicó. La intervención produjo un efecto desastroso: El cierre y liquidación de Afinsa, a diferencia de las intervenciones de las Cajas de Ahorro que se las rescató y salvó.

El tribunal debe saber y seguro que lo sabe que tener que esperar diez años para juzgar una causa es una  barbaridad, no pueden ampararse entre otras excusas en la falta de medios. Una Justicia que se dilata en el tiempo deja de ser Justicia para convertirse en otra cosa.

El Tribunal debe saber y seguro que lo sabe que la Justicia en España tiene que regenerarse y qué mejor ocasión para que la Justicia sea  de una vez por todas JUSTA.

El Tribunal debe saber y seguro que lo sabe que la Justicia  tiene que ser independiente, la ideología no cabe en la Justicia y por lo tanto debe ser desterrada por parte de los jueces que deben impartirla.

El Tribunal debe saber y seguro que lo sabe que la Justicia tiene que ser imparcial, eso es lo que debe considerar el Tribunal, no se debe dejar influenciar por los juicios de valor a priori realizados de forma interesada cuando no torticera o con claro perjuicio para alguna de las partes del juicio. El fin NO justifica los medios.

El Tribunal debe saber y seguro que lo sabe que 190.022 víctimas deseamos respetar a los jueces que van a juzgar este caso, solo les pedimos que sean respetables e íntegros en el fondo y en la forma. Queremos confiar en la Justicia y en quien la imparte pero deben hacerse acreedores a esa confianza. Cuando se juzga a sabiendas de lo injusto de su decisión la Justicia deja de ser Justicia.

El juicio penal ha acabado en la Audiencia Nacional y como dijo  Julio Cesar: ALEA JACTA EST, los dados están echados, o lo que se entiende de forma coloquial: LA SUERTE ESTÁ ECHADA.